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Cristina de la Bandera 28/09/2021 Cargando comentarios…
Durante estos más de 20 años desde la creación del Manifiesto por el desarrollo ágil de software, los métodos y prácticas ágiles se han popularizado y extendido por empresas de toda índole.
Este boom ha convertido el agilismo en un fín en sí mismo dejando a un lado los objetivos por los que surgió, y entre otros inconvenientes, esto ha generado una actitud de inflexibilidad que dificulta la aplicación de los principios ágiles en determinadas realidades, como es la consultoría de software.
En este episodio, reflexionamos sobre el estado actual del agilismo, el contexto cliente-proveedor y cómo, desde Paradigma, damos respuesta a estas necesidades con Polaris, nuestra forma de desarrollar software de forma ágil.
Este capítulo puedes escucharlo en las principales plataformas de podcast: Ivoox, Spotify, YouTube, Google Podcast, Apple Podcast y Amazon Music.
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No diría de capa caída, pero sí está en un momento de reflexión y autocrítica en el sector. Tenemos mucho que agradecerle al agilismo: ha conseguido acercar negocio y tecnología, ser más adaptativos al cambio y manejar mejor la incertidumbre, conseguir entregas frecuentes, contar con el feedback de los usuarios, eliminar cuellos de botella y muchísimas mejoras más.
Es cierto que existe una corriente en el sector que cuestiona si su esencia se ha desvirtuado en base de construir toda una industria Agile alrededor, donde los métodos y las prácticas están por encima de resultados y objetivos. Este fanatismo genera inflexibilidad hacia otras prácticas igualmente válidas y muy útiles, que se desechan simplemente por no estar recogidas en el framework de turno.
No es lo mismo desarrollar software para uno mismo o para un tercero, y esto impacta directamente en el cómo. Es imprescindible tener clara la necesidad de negocio, optimizar la solución y medir el impacto del desarrollo. Y además, hay que entender que no todo termina con la entrega del software.
Además, la propia decisión de externalizar el desarrollo nos indica que probablemente hablemos de una gran empresa, con la complejidad organizativa que eso implica y procedimientos poco adaptativos respecto al cambio, como son los procesos de licitación y las áreas de compras, la gestión de presupuestos, estándares de seguridad o temas regulatorios.
Esto no quiere decir que debamos rendirnos o que no sea posible trabajar de forma ágil como un único equipo integrado (cliente y proveedor). Pero tampoco podemos obviar esta realidad y aplicar nuestro framework ágil de libro, porque esto solo va a conseguir generar fricción, dificultar la adopción de principios y valores ágiles y no obtener los beneficios y resultados esperados, frustrando a clientes y equipos de desarrollo.
En Paradigma, llevamos 15 años desarrollando productos digitales de forma ágil para grandes empresas. Esto nos ha dado la valiosa ventaja de conocer las necesidades reales de los proyectos y clientes pero, sobre todo, de saber qué aspectos están cubiertos por los métodos ágiles y cuáles hemos tenido que reforzar con prácticas propias para conseguir el éxito de estos proyectos.
El agilismo no está muerto, simplemente sus métodos son a veces insuficientes para cubrir todas las necesidades añadidas en un contexto cliente-proveedor. El objetivo no puede ser clavar el timing de los eventos y calcar un framework, seguir un método al dedillo y que el proyecto vaya mal o algunas de las partes no esté satisfecha es un fracaso.
Con máximo respeto hacia los principios y valores ágiles, estamos firmemente convencidos que en lo operativo los métodos necesitan ser extendidos para cubrir el contexto real, no el ideal, y que en lo filosófico se necesita un revulsivo que mejore la conexión de los equipos con el verdadero valor entregado por encima del cumplimiento metodológico.
Por eso hemos compartido recientemente Polaris, nuestra forma de aplicar los principios ágiles en nuestra realidad. Hemos dado un paso adelante, para poner el agilismo al servicio del desarrollo de software y la construcción de productos útiles y de calidad para nuestros clientes. En nuestro contexto, con nuestros aprendizajes y sobre todo, con nuestros principios y nuestra forma de hacer y colaborar que es lo que siempre nos ha caracterizado y lo que equipos y clientes mejor han valorado siempre.
Además, si quieres conocer a fondo Polaris, puedes hacerlo aquí 👇
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