El pasado mes de mayo se celebró el Día Mundial para promover la concienciación sobre la accesibilidad web y, en Paradigma, nos sentamos una vez más para hablar sobre la necesidad de desarrollar y diseñar sitios web y aplicaciones móviles accesibles.

Si mañana entregaremos a uno de nuestros clientes su nueva aplicación móvil o web, su nueva tienda online o su flamante site corporativo y le dijéramos: “Aquí tienes, está terminado, pero solo lo podrán usar un 84% de tus clientes”, ¿crees que estaría conforme con ese porcentaje o que preferiría que lo pudiera usar el 100% de sus clientes?

Evidentemente, sería esta última opción. No aceptaría un trabajo con ese fallo. Eso es exactamente lo que hacemos cuando entregamos una web o una app móvil que no cumple con los criterios de accesibilidad. Impedimos que un 16% de la población pueda utilizarla correctamente. Y, además, por lo general, el cliente ni lo sabe.

Quizá sea más fácil que nuestros clientes entiendan la importancia de la accesibilidad web si lo enfocamos de esta manera. ¿Quieres que te entreguemos un producto defectuoso? Debería ser el cliente el que nos obligara a cumplir el nivel de calidad, ¿verdad?

Todas las personas deberían poder participar en igualdad de condiciones en los medios digitales. Pero no todos tienen esa oportunidad. En todo el mundo, unos mil millones de personas tienen alguna discapacidad.

De ellas, 215 millones tienen deficiencias visuales y, por tanto, grandes problemas con la usabilidad de los sitios web. Ya no basta con hacer accesibles los edificios, la inclusión debe practicarse también en Internet. Por eso, existe una norma internacional de accesibilidad digital. Se trata de las "Pautas de Accesibilidad al Contenido en la Web", abreviadas WCAG.

¿Qué son las directrices WCAG?

Las WCAG son un conjunto de directrices desarrolladas por el Consorcio World Wide Web (W3C) que proporcionan un marco para la accesibilidad de los sitios web para personas con discapacidad.

Están reconocidas como norma nacional en muchos países y se basan en los cuatro principios de perceptibilidad, usabilidad, comprensibilidad y solidez. Este último significa que los contenidos web deben ser interpretables por una amplia gama de usuarios, incluidas las tecnologías de asistencia.

Las directrices se dividen en tres niveles de conformidad: A, AA y AAA (el nivel AA es la norma mínima exigida por las leyes de accesibilidad de muchos países).

Innovación, pero accesible

Si nos llamamos desarrolladores/as o diseñadores/as y nos vanagloriamos de la calidad de nuestro trabajo y de ser honestos con nuestros clientes, deberíamos tener en cuenta los aspectos de accesibilidad web y eliminar las barreras de acceso a las personas con discapacidad.

Tenemos obsesión tecnológica por la innovación. Estamos destinando millones y millones de euros en nuevas tecnologías, entrenando complejos LLM’s, creando IA’s generativas que hacen magia...

Nos encantan los juguetes nuevos, pero no somos capaces de maquetar un lightbox accesible o de idear un funnel de compra que sea usable por personas con discapacidad.

¿Quieres saber más sobre accesibilidad web?

Si después de escuchar este capítulo te has quedado con ganas de más, en nuestro canal de YouTube podrás encontrar otro contenido que hemos publicado relacionado con la accesibilidad web.

Si quieres echarle un vistazo a otros episodios de podcast, webinars y algunas de las mesas redondas que hemos hecho sobre este tema, te dejamos por aquí en enlace del contenido relacionado.

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Imagen de portada: Unsplash

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