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Alberto Grande 14/10/2019 Cargando comentarios…
La historia nos ha mostrado repetidamente que el futuro de las empresas que no se esfuerzan en renovarse, en innovar en su campo, suele ser bastante oscuro.
Todos conocemos historias de grandes empresas que, después de luchar y triunfar en su área, han caído estrepitosamente debido a no saber avanzar, quedándose en una situación de estancamiento mientras veían cómo sus competidores les adelantaban a tanta velocidad que la reacción era imposible.
Nuestro compañero Nacho nos comentaba en una de nuestras sesiones de TechBrunch la importancia de la innovación en los planes estratégicos de las compañías y cómo en muchos casos esta innovación era mal entendida.
El día a día nos ‘vicia’ a trabajar de una forma, procesos de trabajo implantados hace años producen un efecto de inmovilidad, nadie se atreve a cuestionar esa forma de trabajo que ha funcionado de forma satisfactoria durante tanto tiempo, nadie pone en duda la metodología aplicada por los profesionales que en muchos casos han levantado la empresa.
Esta situación hace que la innovación se limite a la aplicación, de forma más o menos afortunada, de nuevas tecnologías a los procesos actuales, sin plantearse en ningún momento la renovación de los mismos.
En Paradigma pensamos que esta no es la forma adecuada de innovar. La innovación debe realizarse desde un punto de vista ‘limpio’, sin condicionantes y libre de los vicios pero aprovechando la experiencia adquirida durante años para idear nuevos productos y formas de trabajar.
Una de las filosofías que aplicamos diariamente en Paradigma es la que nos impulsa a trabajar con metodologías ágiles, haciendo ciclos cortos e iterativos. Para innovar, lo aplicamos dentro de nuestro flujo.
Definimos cuatro etapas en nuestro flujo: ideación, test, escalado y producción que nos permiten fallar ‘rápido’ pero barato en la evaluación de las ideas.
Este pequeño funnel lo implementamos mediante un panel kanban público para todas las personas de Paradigma de forma que todo el mundo pueda ayudar y al hacerlo tan visual nos permite ser conscientes de los frentes que tenemos abiertos y controlar el WIP del mismo.
El objetivo de esta fase es recoger el mayor número de ideas posible. Por ello, se realiza prácticamente sin restricciones.
Las ideas proceden de tres vías:
Sobre las ideas obtenidas, realizamos un pequeño análisis, intentando comprobar a muy alto nivel su madurez, repercusión en el mercado o si sería algo que podríamos aplicar a nuestros clientes actuales o nos permitiría acercarnos a clientes nuevos.
Finalmente escogemos las ideas más prometedoras para la siguiente fase.
En esta fase buscamos profundizar sobre un conjunto reducido de ideas para poder entender si son buenas candidatas para convertirse en líneas de negocio.
Durante esta fase necesitamos estudiar qué repercusión tendría la idea sobre Paradigma y, si se ajusta a nuestra filosofía, estimaremos el esfuerzo necesario para preparar pruebas de concepto, estudiaremos la posibilidad de buscar partners que nos ayuden durante el proceso y analizaremos el estado de nuestros competidores.
Intentamos siempre conseguir el mayor retorno del esfuerzo realizado, por lo que todo el conocimiento adquirido durante esta fase es documentado y puesto a disposición para todos los compañeros. Si lo vemos útil, crearemos formaciones internas y workshops e incluso divulgación pública.
El resultado de esta fase nos proporciona un detalle claro sobre las ideas para entender su viabilidad y el esfuerzo que requerirá.
Las ideas que tras el análisis se posponen, o que finalmente son descartadas, son tan importantes como las que mayor éxito hayan tenido y deben ser tratadas como tal. Debemos aprender de ellas para futuras iteraciones, por lo que documentamos en detalle los motivos por los que no se tienen en cuenta en este momento.
Las ideas que llegan a esta fase son aquellas que entendemos tienen más posibilidades de convertirse en una nueva línea de negocio y que, por lo tanto, buscamos potenciar.
Primero buscaremos a las personas más adecuadas para liderar esta línea, aquellas con mayor conocimiento en el área y ganas para convertir la idea es una línea de negocio de éxito.
Trabajaremos en crear un offering que represente nuestra apuesta, aportando nuestro punto de vista y nuestra perspectiva que nos permita llevarla a cabo siguiendo nuestra filosofía de trabajo. Este offering será utilizado por nuestros compañeros del área comercial para comunicarlo a nuestros clientes y a clientes nuevos.
La fase de producción es la última dentro de nuestro flujo de innovación.
Todas aquellas iniciativas que consideramos que ya son de uso común, que no aportan un aspecto diferenciador y que por lo tanto no es necesario impulsar de forma especial pasan a esta fase.
Llegar al estado de producción demuestra el éxito de una idea en la que, después de haber pasado por todas las fases anterior, es considerada una commodity y será utilizada de forma general en los proyectos desarrollados en Paradigma.
Los comentarios serán moderados. Serán visibles si aportan un argumento constructivo. Si no estás de acuerdo con algún punto, por favor, muestra tus opiniones de manera educada.
Cuéntanos qué te parece.