¿Y si cualquier persona pudiera desarrollar determinadas aplicaciones con pocos conocimientos técnicos o incluso sin tener ni idea de ningún lenguaje de programación? Se abriría un nuevo mundo de posibilidades, ¿verdad? Esto es lo que persiguen las herramientas no-code y low-code, que se están volviendo muy populares como una alternativa sencilla al desarrollo tradicional de software.

Pero ¿qué tipo de brujería es esta? ¿Cómo se puede desarrollar sin código? Muy sencillo, se dispone de una interfaz que permite establecer de manera visual todos los elementos y acciones que compondrán nuestra aplicación. Es este entorno de modelado visual (legible para cualquier persona) el que generará el código necesario por nosotros.

Suena bien ¿verdad? Vamos a profundizar un poco más porque existen ciertos matices que conviene conocer.

Esto ya lo he escuchado antes.

Seguro que a más de uno le suena todo esto y es que el software generado por software ha sido un sueño desde hace tiempo. Algunos marcan el comienzo de esta corriente en 1982, cuando James Martin publicó el libro “Application Development without Programmers” en el que ya apuntaba que ante la poca cantidad de programadores que existía en el mercado, en el futuro los ordenadores deberían poder trabajar sin ellos. Desde entonces ha habido algunas aproximaciones (con mayor o menor éxito) como el HTML y CSS generado por Dreamweaver o el código java creado por Rational Rose.

Pero pensaréis también que, sin tener que ir tan atrás en el tiempo, ya hace algunos años que estamos usando algunas de estas herramientas como Wordpress o Mailchimp. Entonces ¿por qué ahora este boom?

Podríamos decir que hay 3 motivos principales:

  1. Los usuarios: ahora tienen una mayor madurez tecnológica, lo que les permite acercarse a estas herramientas en mejor disposición.
  2. La tecnología: todas estas herramientas están disponibles como SaaS , lo que permite que el acceso a las mismas sea mucho más sencillo porque ahora ni siquiera debemos instalar y configurar un software… Por otro lado, el enfoque API-first favorece la interconexión entre distintas herramientas.
  3. La demanda: desde hace algún tiempo, la demanda de aplicaciones venía aumentando a pasos agigantados. Ya en el 2015 Gartner preveía que el ratio entre la demanda de aplicaciones móviles empresariales y la capacidad de desarrollo sería de 5 a 1. Y desde luego, la pandemia de COVID-19 no ha ayudado precisamente a reducir este gap en los últimos años… En resumen, no existen desarrolladores suficientes para cubrir la demanda actual.

Teniendo estos factores sobre la mesa, es fácil entender que estas herramientas son ahora la mejor opción para que “manos no profesionales“ atiendan parte de esa necesidad de desarrollo.

Tipos de herramientas.

Como su nombre indica, la idea es que casi cualquier persona pueda usar una herramienta sin código (no-code) mientras que las herramientas con poco código (low-code) sólo podrían ser utilizadas por aquellos que cuenten con algo de experiencia en programación.

Sin embargo, en algunos casos la barrera entre ambos términos es difusa puesto que a veces se permite realizar ciertos desarrollos sin programar en absoluto, aunque sí sea necesario (o se permita hacerlo) para llevar a cabo determinadas personalizaciones. Es por esto que en algunos casos se habla de LCNC (Low-Code, No-Code).

Pero si atendemos a su propósito, sí apreciamos dos grupos claramente diferenciados:

Plataformas empresariales.

En general se trata de plataformas low-code que permiten a las empresas desarrollar aplicaciones poniendo el foco habitualmente en la definición de workflows y en la integración de otras herramientas empresariales como CRMs, ERPs, etc.

En este caso sí es necesario contar con perfiles capacitados para utilizarlas. ¿Cuál es la ventaja entonces? Que permiten a los equipos de IT generar desarrollos ahorrando tiempo en la codificación, la configuración y la implementación.

Estas plataformas han favorecido la aparición de la figura del Desarrollador Ciudadano: se trata de empleados ajenos al departamento de IT (pero con algún conocimiento técnico) que crean las aplicaciones que necesitan usando este tipo de herramientas.

La presencia de desarrolladores ciudadanos en una empresa tiene ciertas ventajas:

Aunque hay muchas más, los best in class según Gartner y Forrester son:

Como podemos ver, detrás de muchas de estas plataformas se encuentran grandes empresas tecnológicas, incluso Amazon tiene la suya.

Herramientas específicas.

En general se trata de herramientas no-code destinadas a satisfacer necesidades muy concretas. Para utilizarlas, no es necesario saber programar y van dirigidas a usuarios particulares, emprendedores o pequeñas empresas.

Interfaz de Airtable.
Interfaz de Airtable.

No existe un mapa realmente actualizado de este tipo de soluciones puesto que están apareciendo nuevas contínuamente, aunque hay buenos listados categorizados como el de nocoders.academy, el de nocodehackers o nocodelist.

Podemos decir que las más exitosas en cada categoría son:

  1. Desarrollo web/app
  1. Bases de datos y backend
  1. Implementar métodos de pago:
  1. Creación de tiendas online
  1. Bots y Collect data
  1. Creación de one page sites
  1. Implementación de entornos autenticados o suscripciones

Existen muchas otras herramientas interesantes como Thinkific para crear cursos online, Wordpress que es el rey de los CMS sin código, Jeetboost para implementar búsquedas y filtrados, Mailchimp para desarrollar y gestionar newsletters… Hay cientos.

Obviamente se pueden utilizar de manera aislada, pero su potencia radica sobre todo en la posibilidad de combinarlas. Para ello, podemos usar las integraciones que incluye cada aplicación o apoyarnos en herramientas de integración o automatización como:

De esta manera, podríamos por ejemplo crear y gestionar una web con Webflow, implementar en ella un sistema de pago mediante Stripe y definir automatizaciones con Zapier para que ante ciertos eventos se escriban registros en tablas de Airtable, se envíen notificaciones a Slack o se realicen publicaciones en Twitter. Y todo ello sin escribir ni una sola línea de código.

El futuro.

El mercado de las plataformas empresariales low-code está en pleno rendimiento. Según se desprende de los análisis de Forrester Research, Gartner, Grand View Research o GlobeNewswire, el crecimiento anual de este mercado estará entre el 20% y el 40% para los próximos años.

Pero existen muchas otras predicciones que apuntan en la misma dirección:

Por otro lado, las herramientas no-code más específicas también están experimentando un considerable éxito si atendemos a los números que arrojan algunos de sus principales exponentes:

Conclusiones

Pese a las grandes ventajas que ofrecen, no debemos caer en el error de pensar que van a sustituir el trabajo de los desarrolladores. Como hemos visto, las plataformas low-code empresariales no buscan prescindir de ellos, sino hacer un uso más eficiente de su tiempo evitando que deban realizar configuraciones y código repetitivo así como capacitando a otros usuarios para sacar adelante soluciones concretas (o parte de ellas) que liberan su backlog.

Sólo en algunos casos, las herramientas no-code sí servirían para no depender de desarrolladores en primera instancia a la hora de sacar adelante alguna aplicación. Este sería el caso de pequeños negocios (están ayudando muchísimo a los famosos one-person-business), pero indudablemente si el negocio tiene éxito y crece, terminará por necesitar aplicaciones con desarrollo a medida.

Recordemos además que estas herramientas no-code permiten crear aplicaciones que tienen por objetivo satisfacer casos de uso muy concretos. Pero si queremos algo personalizado y único, no nos servirán.

Hay quien apunta que la tendencia es que no-code y low-code vayan convergiendo, permitiendo realizar funciones sin programar, pero admitiendo también la introducción de scripts para configurar opciones avanzadas.

No sabemos qué vendrá en el futuro, pero en cualquier caso no-code no siempre es sinónimo de sencillo. Usuarios sin experiencia en el desarrollo de aplicaciones tendrán que dedicar cierto tiempo a la autoformación. Además es necesario contar con un mínimo conocimiento técnico.

Es obvio, estamos hablando de crear soluciones digitales por lo que es importante que seamos capaces de detectar necesidades y dependencias, elegir las herramientas adecuadas, valorar muy bien las limitaciones de las mismas, evaluar la seguridad necesaria (sobre todo si estamos manejando datos sensibles), etc.

Como hemos visto, estas herramientas están cambiando la dinámica del panorama digital, y han venido para quedarse. Debemos ser conscientes de lo que nos pueden ofrecer y estar preparados para sacar el mejor provecho de ellas.

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