En episodios anteriores hablamos de control, seguridad y normalización en nuestras APIs y cómo lo podemos hacer con plataformas como ApiGee. Pero una vez tenemos esto, hay otros pasos que tenemos que dar para llevar nuestras APIs al próximo nivel siguiendo la filosofía APIOps.

Muchas empresas ya han dado el salto a “apificar” sus servicios y tienen un gestor de APIs como ApiGee para tenerlo todo unificado y controlado. Pero no es sencillo mantener la casa ordenada según va creciendo y aumentan los requisitos de velocidad de desarrollo.

Y es que la teoría es fácil, pero en el día a día puede ser un engorro controlar y productivizar las APIs. Por suerte, la automatización es nuestra aliada a la hora de tener nuestros procesos a raya.

¿Por qué no es fácil controlar nuestras APIs?

Lo que más molesta suele ser el control como stopper a la hora de crear nuevos desarrollos y modificaciones, normalmente estos suelen llevar a hacer las cosas por debajo del radar y lo que era un parche temporal se transforma en poco tiempo en caos y destrucción.

Definir los controles y procesos de seguridad es una cosa y otra bien distinta es tener que retrasar una salida a producción porque “eso del API no ha pasado aún por la revisión” de calidad y el equipo de Apis está saturadísimo de trabajo.

¿Y APIOps es la solución a todo?

Sin ser una bala de plata, gracias a APIOps podemos usar la automatización y muchas herramientas para hacer nuestra vida (en cuanto a control de APIs se refiere) mucho mucho más fácil.

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