Ya lo apuntabamos en uno de nuestros posts: en el panorama de las aplicaciones móviles, que parecían monopolizar las diferentes apps stores, está entrando con fuerza un nuevo actor: la aplicación web.

Este hecho lo corroboran los resultados de una encuesta publicada por Adobe que demuestra que los usuarios de smartphones prefieren, en la mayor parte de los casos, aplicaciones web frente a aplicaciones nativas.

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Mientras que algunas aplicaciones (los juegos por ejemplo) seguirán siendo nativas, en los próximos años viviremos la aparición imparable de aplicaciones web que sustituirán a las instalables.

Esto puede parecer inconcebible (sobre todo si pensamos en las antiguas aplicaciones Wap), pero hay una serie de motivos que nos pueden ayudar a entender por qué puede pasar esto.

Hace un par de años, la única tienda de aplicaciones era la de Apple, aunque en poco tiempo surgió la de Android. Iphone era el líder de las aplicaciones móviles y si pensábamos en una aplicación móvil, pensábamos en una aplicación para el iPhone. Este panorama ha cambiado mucho en la actualidad.

Según datos de Nielsen, en Estados Unidos, los dispositivos Android están creciendo inexorablemente (representan ya un 19%), en un mercado dominado por Blackberry (30%) y seguido de cerca por Iphone OS (28%). En Europa, la mayor cuota de mercado es para Symbian.

A esto hay que añadir las nuevas incorporaciones de Samsung con su Bada y el nuevo OS de Microsoft, que planea gastar 400 millones de dólares en su lanzamiento. WebOS, de la mano de HP, parece que quiere volver a por su trozo de pastel. En España, los líderes son Iphone OS, Symbian y Android.

Este escenario complica bastante nuestra labor en el desarrollo de aplicaciones, ya que ahora necesitamos crear versiones de la misma aplicación para más plataformas, con el incremento en costes y tiempos de desarrollo.

Sin embargo, a pesar de la disparidad de plataformas, todos los smartphones del mercado tienen algo en común: excelentes navegadores. Como vimos en nuestro post dichos navegadores soportan en gran medida las novedades de HTML5 y CSS3 que nos permite crear aplicaciones web que consiguen una experiencia de usuario similar (o incluso superior) a las aplicaciones nativas.

Tal y como muestra el estudio de Adobe los usuarios de smartphones empiezan a preferir aplicaciones en su navegador frente a las instalables, tal y como muestra la siguiente gráfica:

Las nuevas posibilidades de HTML5 y CSS3 son las que posibilitan este cambio de actitud. El mejor rendimiento y la interoperabilidad eran los puntos fuertes de las aplicaciones nativas, y lo siguen siendo (en las aplicaciones para música y los juegos la preferencia de los usuarios siguen siendo las apps instaladas), pero la posibilidad de acceder al GPS (geolocalización), a la cámara, al micrófono, el almacenamiento de datos local, las mejoras de rendimiento de los navegadores, etc, han contribuido al cambio.

Hace unos cuantos años, cuando hablábamos de aplicaciones web nos referíamos a aquellas aplicaciones Wap poco atractivas, lentas y rudimentarias. HTML5 y CSS3 permiten crear interfaces de usuario similares a los nativos, sin las restricciones de presentación de cada plataforma y, sobretodo, sin necesidad de multiplicar las versiones de la aplicación para cada una de ellas.

Está empezando a moverse el desarrollo de este tipo de aplicaciones a un ritmo cada vez mayor. Además estamos asistiendo a un cambio importante de paradigma. Cuando se desarrollaban versiones para móvil de aplicaciones web para ordenador, se adaptaba dicha aplicación (generalmente reduciendo funcionalidad y simplificando el aspecto gráfico) a los smartphones.

Esto está cambiando también, y se está empezando a pensar primero en la aplicación para móvil y después, gracias a la mejora progresiva, en la versión para ordenador, creando así una única aplicación que se adapta a la plataforma en la que se ejecuta.

También podemos utilizar potentes frameworks de desarrollo de aplicaciones web específicos para móviles. Uno de los mejores ejemplos es Sencha Touch que permite desarrollar aplicaciones web, basadas en estándares (HTML5, CSS3, javascript) para iOS y Android.

Sin embargo, hay aspectos muy importantes a tener en cuenta que pueden decantar la balanza hacia las aplicaciones nativas y las apps stores: la distribución/difusión de las aplicaciones y la obtención de ingresos.

El modelo de tienda de aplicaciones es muy ventajoso para los desarrolladores: alguien crea la tienda, que distribuye y publicita las aplicaciones, y proporciona un sistema de pago por descarga de las mismas (y unas comisiones por los servicios prestados).

¿Cómo obtener ingresos de una aplicación web?. Pues es un tema recurrente en Internet, y hay varios modelos (publicidad, versiones free/premium...) y probablemente surgirán más. Esto no es aplicable, por supuesto, a aplicaciones web que son meros interfaces de procesos de compra de otros productos (venta de billetes, reservas, bienes de consumo...) y que en las apps stores son también gratuitas.

Respecto a la distribución y publicidad, deberemos analizar cómo conoce un usuario una aplicación (recomendación de familiares/amigos, reseñas en algún blog...) y actuar en dichos canales para dar a conocer nuestro producto. En este sentido ayudaría también una mejora en la búsqueda a través del móvil (buscadores de aplicaciones web).

La "cara oscura" de las apps stores son sus criterios de admisión. Podemos dedicar varios meses al desarrollo de una aplicación y que ésta, por el motivo que sea, no cumpla dichos criterios y no sea publicada. O sea publicada y retirada posteriormente. Lo peor de todo es que no podemos prever esto en la fase de desarrollo (a menos que nuestra aplicación sea flagrantemente censurable, claro).

Esta es la situación actual. Existe un movimiento favorable por parte de los usuarios de smartphones al uso de aplicaciones web, debido a la gran difusión de los nuevos estándares web (HTML5 y CSS3) que posibilitan la creación de interfaces que generan experiencias de usuario similares a las de las aplicaciones nativas.

La potencia de nuevos frameworks de desarrollo web para móviles, y la posibilidad de disponer de una única aplicación que se adapta a la plataforma reducen considerablemente el tiempo de desarrollo (y actualización) de las mismas. Habrá aplicaciones, como hemos mencionado, que serán siempre nativas, pero al igual que está pasando cada vez más en las aplicaciones nativas de ordenador, en los próximos dos años asistiremos a la migración de aplicaciones nativas a la web.

Hace unos años era descabellado pensar en escribir documentos en la web, o revisar el correo electrónico desde un navegador, hoy en día es lo más habitual.

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