A través de las apps móviles ya no estamos a un clic de distancia de nuestro cliente: ahora nos lleva directamente en la palma de la mano. Si en tu empresa contáis con una app móvil, u os estáis planteando desarrollar una como complemento a vuestra web o negocio físico, esperamos daros algunas ideas interesantes en este post para ayudaros a convertir más y mejor a través de una experiencia de usuario mejorada.

Lo primero que hay que considerar es que una app móvil no es (o no debe ser) un mero clon de nuestra web, aunque las funcionalidades de ambas puedan estar compartidas en un porcentaje muy alto.

Deberíamos aprovechar al máximo los superpoderes que nos ofrece el medio móvil para sacarle el máximo partido a la visita de nuestro cliente, priorizando la facilidad y la rapidez de uso.

Aunque las apps móviles deban estar también centradas en conversión, lo cierto es que comienzan a convertirse en el espacio de relación esencial con el cliente: a través de las apps móviles los usuarios inician o mantienen el contacto con la marca, independientemente de que terminen concluyendo sus acciones a través de la app móvil, de la web o de un espacio físico.

Son el mejor exponente de la omnicanalidad, y el territorio ideal para incrementar la recurrencia y la frecuencia de uso de nuestros clientes o usuarios.

Con esta filosofía customer-centric, te compartimos algunos aspectos claves que pueden impulsar la experiencia de tus usuarios:

1 Priorizar la acción o acciones “objetivo” de tu app

¿Qué acción o acciones debería completar prioritariamente tu usuario en la app? Hacer una compra, subir un contenido, consumir un contenido, iniciar o completar una gestión, hacer una reserva…

La que sea, debe ser la prioridad en torno a la cual gira el diseño y la experiencia de tu app. Facilita que el usuario pueda iniciar y completar estas acciones de forma directa, intuitiva y con la menor cantidad de toques posibles.

Algunas ideas para ello:

2 Reducir la cantidad de información que el usuario debe escribir o rellenar

La vocación de las apps móviles debe ser minimizar la cantidad de acciones que el usuario debe realizar para convertir, dando la mayor velocidad y fluidez a la experiencia de navegación.

Para ello, es muy recomendable simplificar la cantidad de información que se le pide al usuario para evitar que los procesos se dilaten y aumenten los puntos de fricción y de caída. Hagamos que “escriban” lo mínimo posible.

Algunas ideas para ello:

3 Crear una experiencia “one-clic”

O deberíamos decir mejor one-touch. Una de las ventajas que permiten las apps móviles es poder navegar de una manera más fácil, rápida e intuitiva que los clics de ratón desktop, haciendo los procesos más veloces para el usuario.

Aprovecha las capacidades de la navegación táctil para que los usuarios puedan completar la mayor cantidad de acciones posibles con tan solo un toque, reduciendo así posibles tasas de caída o fricciones. Algunas ideas para ello:

4 Simplificar (aún más)

Las apps móviles son esencialmente sencillas e intuitivas. Cuanto más simple, con menos pantallas “críticas” y menos niveles de navegación, más posibilidades tenemos de que el usuario pase más tiempo enganchado a nuestra app y, sobre todo, que cumpla los objetivos que hemos previsto para él.

Para crear una experiencia de navegación y uso lo más fluida posible, es conveniente mantener una postura “simplificadora”: conseguir lo mismo con menos pantallas o menos toques.

Algunas ideas para ello:

5 Reducir los potenciales puntos de fricción o caída de usuarios

En definitiva, solucionar de forma prioritaria todo lo que nos aleja de conseguir nuestra misión, que es conseguir que el usuario complete la mayor cantidad de acciones objetivo posibles. Y que vuelva a por más. Algunas ideas para ello:

6 Premiar la interacción

Las apps móviles son territorios perfectos para incentivar el engagement, la interacción del usuario o incluso elementos de viralización, a través de estrategias como la gamificación.

Si tu empresa cuenta además con planes de fidelización o programas de puntos, puedes encontrar muchos mecanismos para incentivar la consecución de determinados objetivos.

Algunas ideas para ello:

7 Construir la experiencia omnicanal

Las apps móviles son, cada vez más, el lugar donde el mundo físico y el digital interrelacionan, y donde los usuarios inician o mantienen el contacto con la marca, independientemente de los canales de conversión.

Para muchas empresas, crear experiencias omnicanal no es fácil (a menudo requiere de importantes cambios operativos), pero la percepción de marca y experiencia del usuario aumenta notablemente cuando esto sucede.

Algunas ideas para ello:

8 Focalizar en las intenciones del usuario a través de la personalización

Un paso más en la explotación de las apps móviles es la personalización de la navegación para usuarios y compradores en base a sus preferencias detectadas, patrones de comportamiento e historial.

El objetivo es centrar la experiencia de navegación y el journey de cada usuario en las acciones clave para impulsar la conversión y el retorno de cada uno de ellos.

Algunas ideas para ello:

9 Explorar la integración de nuevas tecnologías

Las apps móviles son un territorio idóneo para la exploración de tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual o aumentada, así como todo aquello que pueda activarse a través de las funciones de voz y cámara.

Estas opciones permiten ampliar la experiencia del usuario, haciendo más útil (y, en ocasiones, más divertida) su experiencia con tu app.

Algunas ideas para ello:

10 Optimizar “lo que no se ve, pero se siente”

Es decir, todo lo que el usuario da por hecho y en lo que no le va a fijar, salvo a no ser que no funcione, en cuyo caso lo verá como un error: aspectos relacionados con la arquitectura, optimización y performance de la app móvil.

Algunos elementos clave a controlar y mejorar:

Conclusión

En definitiva y a modo de conclusión, la mejor experiencia de usuario es aquella que prioriza la velocidad, la fluidez y la agilidad en la navegación, optimizando todos los elementos que pueden producir fricción, y priorizando todos aquellos elementos que pueden apoyar las métricas clave de negocio.

Y para conseguir esto, por supuesto, no podemos dejar de medir, testar, rediseñar y optimizar de forma constante, siempre con el usuario en el centro de nuestros procesos.

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